De tango y son

"...Y es que cruce tantos mundos por tus besos, que me niego a irme de esta ciudad sin obtenerlos..." Asi pensaba yo acercandome a tu encuentro, mientras atravesaba kilometros de tierra con mi corazon pulsando por escaparse de la jaula de mi pecho. Y resulta que recorri tanto mundo y tantas vidas, que cruce tantos mares y tantas avenidas, anduve y desanduve, frene, tome aire y segui mi recorrido...hacia quien sabe donde. Camine, corri, baile, me arrastre a veces, descanse en algunos brazos y en demasiadas soledades, y segui caminando, por emocion y por instinto, hacia quien sabe que lugar, hacia quien sabe que delirio. Y me encontre de pronto viajando al lugar impensado, al espacio inconcebible, a la conjugacion increible. Y llegue, siguiendote, a la ciudad de los atardeceres magicos y las noches misteriosas, de las mil capillas, las plazas y las fuentes, de las historias de pasion, locura y muerte...y en medio de tanto amor y tanta devocion, tanto espanto y tanto horror, nuestras miradas se encontraron en un son, y bajo la luz de un farol tu abrazo me regalo un refugio para mis sueños. Tanto viaje no fue en vano. A la sombra de la noche, sin histeria ni recato, nuestros labios se encontraron y las pieles se fundieron en un tango improvisado. Quise que la noche fuera eterna, quise que el tiempo se congelara en una sombra inerte, quise no tener que regresar ni despedirme. Quise no seguir sin verte. Pero el tiempo es tan amable y tan tirano, que los amaneceres siempre llegan, y uno se resigna y sigue, y sonrie, porque de eso se trata. Somos almas libres, nada nos ata ni nos retiene. Pero desde mi libertad yo elijo volver. Y quererte.