Despertar en una amalgama de lagrimas, nausea y retazos de sueño.
Sufrir la inevitable concretud de la sangre, las uñas y los huesos.
Adolecer las piernas, la linfa, las caderas.
Padecer las entrañas, las costillas, los dientes.
Ansias de siesta eterna
de coma
de narcosis
de anestesia.
Y de huir de lo tangible,
de las arterias,
del cuerpo
de la prisión de los labios,
los ojos
el esqueleto.
Agonizar la psiquis,
la emocion, lo percibido.
Enloquecer de nostalgias.
Enfermarse en recuerdos.
Desear
arrancarse
la piel
el miedo
y-los-de-seos.
Y resignarse
- finalmente resignarse -
al inevitable absurdo
de existir
con la humanidad a cuestas.
7 comentarios:
esta cuota tan alta de pesimismo, me sorprende en vos...claro, aunque estarías en todo tu derecho de decirme que no eres una máquina y que a veces caminas por el lado salvaje...
en fin, que la poesía es 10 por ciento inspiración y 90 por ciento dolor....así que está bien. pero uno tiene la obligación de "no resignarse al inevitable absurdo de existir", aunque su corazón le ordene lo contrario.
saludos
marcelo
;)
Y si, la humanidad va mal mal mal.
Muy bueno lo suyo, volvere a pasar.
Adios.
PD: me diste ganas de voler a Gesell
Resignarse jam�s. Detenerse para recuperar fuerzas, s� siempre.
:( ¿Un Decorrido Absurdo?
Sl, se siente absurda la vida por momentos. Sin embargo, a veces algo mágico nos sucede y volvemos a creer que algún sentido debe tener
Preciso Myr, ni en otra vida escribiría algo así...
Te mando un beso grande y que estés bien.
K
Sí.
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