Los cuentos que yo cuento....

Sara era escritora. Escribia basicamente para espantar sus demonios, y exorcisar sus fantasmas. Tal vez por ese motivo, sus historias tenian siempre finales terribles, desenlaces atroces.

Esa fria mañana de julio, los primeros rayos de sol la encontraron desnuda y recostada en su cama. Yacia inmovil, decubito ventral, con su cabeza de lado. Dos grandes manchas rojas enmarcaban su cuerpo. El unico movimiento perceptible era el de una lagrima densa que caia, sin prisa alguna, por su palido rostro.

A su lado habia un cuaderno con millones de palabras garabateadas. Las ultimas paginas daban cuenta del por que de tanta tragedia........

" Las reinas de mis cuentos ya no quieren huir. Y me harte totalmente de princesas ingenuas y principes infames. Pero por mas que me esfuerce mis historias nunca tiene un final feliz.

Por que sonaran mejor las palabras de desamor, dolor y desengaño?

Mi hadas madrinas nunca pudieron decir un "te quiero" en la cara. Y ahora, despojadas de sus poderes, convertidas en simples mujeres de crane y hueso, tampoco pueden.
Millones de demonios atormentan mis versos. Y mi alma esta demasiado ocupada para espantarlos. Se quebro en dos fragmentos irreconciliables, separados por distancias infnitas, y pasa sus horas intentando reunirlos. En vano, indefectiblemente en vano.

Los demonios me aturden, me susurran, me acosan. Ya no respetan siquiera el refugio de mis sueños. Todo lo invaden, todo lo infectan, todo lo corrompen.
Los adivinos de mis cuentos solos dan malos presagios. Y nadie puede vaticinar si finalmente el sol y la luna se besaran eternamente en un eclipse extraordinario, o si solo sera un fenomeno efimero, como tantos otros.
No existe conjuro que mis brujas puedan realizar para asegurarlo. Solo queda esperar a que suceda.

Las heroinas de mis cuentos se volvieron debiles y cobardes. Ni siquiera pueden empuñan sus sables.
Parece que finalmente mis historias se teñiran de sangre. Los demonios van ganando terreno y se gestan a cada minuto monstruos innimaginables. No hay fuerza que resista.

Los pintores de mis cuentos solo pintan cuadros negros. Oscuros, profundos y afilados.
Los musicos de este reino huyeron espantados. No se puede ejecutar en medio del llanto.
Mis bailarinas se volvieron torpes y ya no bailan. Permanecen petrificadas como estatuas, con la mirada perdida en el vacio, tal vez recordando la magia de sus talentos perdidos.
En mis tierras de ensueño se envenenaron los mares, y las sirenas agonizan recostadas en la orilla.

Mi mundo encantado se derrumba. Tal vez dos palabras puedan rescatarlo. Tal vez un abrazo. Tal vez no sirva nada de eso.
En mi reino de magia hoy rigen el caos, el terror y la anarquia.

No hay caballeros que luchen ni hechiceros que nos salven.
Mi mala historia otra vez llega a su fin. Como dije, mis cuentos jamas tienen un final feliz.
El "colorin colorado" nunca sono mas adecuado. Inexorablemente, estallara una guerra y mis paginas se teñiran de sangre. "